2/26/2010

Se busca yihad

Publicado por Olga Zaneria |


Sólo se tiene miedo si se aprecia la vida.

Las personas que son felices quieren alargar esto lo máximo posible, dejan a un lado todos los vicios, cada seis meses se hacen la reglamentaria revisión y desayunan los yogures que anuncian por televisión. Evitan callejones oscuros y se compran gordas bufandas, por si los inviernos vienen crudos.

Pero ¿Qué puede temer quien nada tiene que perder?

Ahí fuera hay cientos de vicios por adquirir, miles de frías noches por si desnudo, a la intemperie quieres dormir, tras una grotesca juerga sin fin.

Como un vulgar Terminator de poliexpan, dices no poderte autoterminar. Así que, recibes agradecido las pequeñas dosis de veneno que proporciona la vida. Y entre tanto esperas que alguien te dé una noble causa por la que poder inmolarte.



Una bonita canción, que nada tiene que ver con la “Guerra Santa.”

2/25/2010

El purgatorio

Publicado por Olga Zaneria |


“En sus parques florecen agujas
Sus paraísos se llaman alcohol
La cuidad se llama “Perdición”
Yosi, LOS SUAVES


Me mudaré a un sitio donde reine el caos y la destrucción, donde la vida no tenga ningún valor y las cantinas no cierren ni al caer, ni al salir el sol.

No se me ocurre nada mejor que un decadente y apocalíptico mundo de ciencia ficción, entre vampiros, detectives alcohólicos con gabardinas raídas y barba de tres días, yo sería mucho mejor.

Los monstruos de serie B y las criaturas de freakshow siempre proporcionamos muy buena ambientación. En un mundo derruido por la podredumbre no habría sitio para los planes de futuro, ni para empeñarse en rebobinar las cosas que ya no pueden cambiar.

La gente no juzgará sus vidas en términos de la normalidad tan extendida, si el mundo se acaba cualquier día, lo lógico es hacer lo que el cuerpo te pida.

Yo no sé dónde estás, ni si hay cielo o hay infierno, por desgracia seguramente los gusanos se te estén comiendo. No se está mucho menos podrido aquí arriba que allá abajo.

Desde este puto purgatorio penando, sólo puedo decir, que te echo muchísimo de menos, hermano.

2/21/2010

Errores de diagnostico

Publicado por Olga Zaneria |


Hace ya años que me invitaron a morir. Según ellos y su incuestionable certeza, era cuestión de días que yo me extinguiera, las especies tan débiles nunca prosperan.

Y probablemente fuera muy complicado para mí sobrevivir en un entorno tan hostil, pero al fin, de malagana y a regañadientes salí, creando extrañas y entrañables simbiosis con otras especies que velaban por mí y me recreaban un ecosistema feliz.

A veces pienso que la naturaleza es demasiado sabia, que es absurdo vivir por empeño y arrogancia, que no se debe vivir si no se pertenece a una especie bien adaptada.

Sin embargo, te veo allí, desafiante aunque las apuestas estén diez a uno contra ti. Tu grandeza me enseña que sólo te echan tierra si te dejas.

Y si tanto cariño te pretendo profesar, que menos que esta mierda de pulso intentarlo ganar. GRACIAS POR TANTO… COMPAÑERO.

2/17/2010

El mundo está loco, loco

Publicado por Olga Zaneria |



Hace no mucho acudí a un concurso de surf, allí se dio cita gente de todo pelaje. Desde consumados rastafaris hasta el rubiales de bermudas floridas y fibrosas canillas.

La gente, con mayor o menor fortuna, trató de coger la ola según le venía… En el surf como en la vida, algunas olas te dan sopapos y otras, teóricamente, te impulsan hacia arriba.

Había verdaderos virtuosos que parecían levitar sobre las olas y sin embargo todas las miradas se centraron en un tarado que se adentró en el mar encaramado a una puerta de calamina y sin traje de neopreno. A duras penas se mantenía en pie y tras encadenar un par de olas jodidas ya se quiso ahogar… Como surfista era francamente malo, como todos, y con menos destreza que nadie capeaba el temporal.

Y por todo argumento sus valedores decían: “Bastante hace el chaval, teniendo en cuenta que surfea con una puerta”
- Y a mí qué me cuentan, que se haga ebanista o anacoreta, pero que no vaya por las esquinas quejándose de lo mal que flota la puerta.

2/11/2010

La belleza de lo simple

Publicado por Olga Zaneria |


De profesión: Gigante y cabezón.

Hubo un tiempo en el que te divertía, salir a la plaza del pueblo a hacer el
“Mongol”. Ahora estás harto de ir con tus zancos a todas partes, te gustaría bajarte, pero no puedes, ni siquiera los cordones sabes atarte.

Seguramente no por gigante sino por “cabezudo” desde tan alto aprendiste a manejarte, con entrenamiento y la ayuda inestimable…

Tu vida no te parecía un fraude. Disfrutar era toda tu ambición. Hoy te angustias cual borrego, porque tus botas nunca podrán pisar caca de perro.

Pero ayer sin ir más lejos tus zancos te llevaron a la madrileña sala “El Sol”. Tú allí no puedes entrar, tu tremendo tacón se puede enganchar en cualquier escalón.

Pero resulta que, como si del mejor estupefaciente se tratase, a ti es la gente la que te hace volar. Bajas y no falta un buen concierto, arrítmicos bailes espasmódicos y alguna birra…
Muchas veces oí, que eso era tu vida, entonces, ¿por qué quieres huir a debutar en frías y lejanas plazas extranjeras? ¿Por qué te emperras en abandonar, aquí, tan temprano la partida? En darla por pérdida.

2/08/2010

Eye of the carnero

Publicado por Olga Zaneria |


"Flotar como una mariposa.
Picar como una abeja.
Tus manos no pueden golpear
lo que tus ojos no pueden ver. "
Muhammad Ali

La mayoría de las veces las peleas se ganan antes incluso, de subir al ring. Basta con que tus ojos transmitan que vas a vencer.

Es curioso el mecanismo humano de la reacción, cuando eres un sparring de medio pelo, por el que nadie da un duro, te es fácil ponerte el mundo por montera y que tu orgullo te lleve a presentar batalla mucho más allá de lo que incluso tú podías imaginar.

Y cuando consigues cierto ranking, acallas a tus más acérrimos detractores y sales medianamente airoso de todos tus combates, decides darles la razón a los pronosticaron que eras un paquete sin futuro.

Lo conseguido no te parece más que fruto de combates amañados, y tu supuesta grandeza, un mero espejismo retroalimentado.

Así que, sales vencido de antemano, dejándote sacudir como una estera, aguardando sólo el golpe con el que te partan el cráneo.

2/03/2010

Pínchala otra vez, Sam

Publicado por Olga Zaneria |


Tras años haciendo hueco a mí apreciado oro negro, reforzando estanterías para que sus 180gramos no me tiren abajo las vigas. Descubro que no me gusta la música.

Se ve que tenía que fabricarme alguna erudición, y la sabiduría en vinilo es fácil de compartir con los amigos. Después de arañar muchas caras, cientos de veces oídas, yo no tengo ni puta idea de qué son las armonías compositivas.

Yo sólo sé que canciones me mueven las tripas, quizá los discos sólo sean, pequeñas actualizaciones de mi propio sistema operativo que lincán a momentos ya vividos, a personajes muy queridos…

Y las largas sesiones de Spotify sólo me digan, que en fondo, soy un López Vázquez más, que nunca ha querido, ni sabido ni podido salir de aquella Cabina.