9/22/2008

Contigo me llegó la ludopatía

Publicado por Olga Zaneria |


Eso no era para mí. Siempre lejano, siempre, territorio vedado: “¡Niña tú no mires para las mesas! Tú no tienes cualidades.”
Tanto lo oí que me lo acabé tragando, e intentaba autoconvencerme de que aquello sólo era cosa de viejos y gente ociosa, aunque de vez en cuando, como a todos, me gustaba jugar una manita. Jugaba sin pretensiones, en mi cabeza se repetía el: “Tú no tienes cualidades”... Hay que estar muy loco para querer jugar conmigo. Así que mis partidas casi siempre han sido cortas y previsibles.

Pero el día que te vi sentado, solo, en aquella mesa de un casino al que ni siquiera pensaba ir, me entraron ganas de sacar mi baraja nueva de Heraclio Fournier y echar contigo una partida.
Desde la segunda mano me dí cuenta que no estaba ante un jugador cualquiera, por eso me temblaban las piernas y se me caían las cartas, circunstancia que aproveché para guardarme alguna en la manga, nunca es bueno que desde el principio se te vea la baza.

Ahora tú ya sabes que no soy buen tahúr, hay demasiadas cartas bajo el tapete. Pero de nada serviría ponerlas ya boca arriba, a ti te aburre la partida y ya se está haciendo de día y cualquier momento nos pueden echar.

A mí me encantaría seguir jugando pero sé que te mereces un contrincante mejor. Pero no pasa nada, tú y yo somos AMIGOS, lo importante no es el casino, cualquier día nos encontraremos en un bar tomando un vino.