10/12/2009

Antojo de nacimiento

Publicado por Olga Zaneria |


Infantil, absurdo, idiota redundante… Problamente sea todo esto o mucho más. Pero cuando una idea te acompaña durante mucho tiempo, y a lo largo de la vida no pierde vigencia, sino que la va ganando, porque la crudeza de las circunstancias te hace tomar conciencia de lo que eres.

No queda más remedio que hacerlo y con el regusto sangriento que deja la carcajada que duele sólo puedo decir en mi descargo:

Yo ya no engaño a nadie.

2 comentarios:

Herr Trauriger dijo...

" Yo ya no engaño a Nadie "

A mi Si Dama.....Ese Brazo no es de Una Señorita.

Ya LLovio desde Aquella Vez que lo Comentaste.......Y es Ahy donde Realmente Reside La Esencia de las Cosas.

Precioso OLga

La estatua del jardín botánico dijo...

¿Eh? Rubia, ¿te has hecho un tatuaje?
En cualquier caso, he de decirte que a mí nunca me engañaste. En cuanto te vi, lo tuve claro: "esta tía me pide los apuntes, fijo".
A mí me gustaría parecer más lo que soy: un desastre. Así me ahorraría el brillo de decepción que a veces asoma en quienes me miran.
En fin.