10/15/2009

Camuflaje

Publicado por Olga Zaneria |


Llueven cuatro gotas, la gente se vuelve loca y el tráfico se hace insoportable. No sé por qué tememos tanto el agua, será que le tenemos cariño a la roña que produce vivir.

Hay una mugre que se te va quedando en las orillas donde ni las bayetas ni los plumeros telescópicos de las madrugadas televisivas llegan a limpiar. Es suciedad la que hace los sitios vivibles, nadie se espatarra a gusto en el impoluto sofá nuevo.

Vives, te manchas, duele… te duchas para no parecer otra cerda entre la gente. Pero hay lamparones que salen por fuerte que sea el detergente. Hay manchas que no cubren ni los abrazos más fuertes, ahí se quedan para siempre, cómo muestra de lo vivido.

Imagino que con ellas se va configurando el estampando de ese traje de camuflaje que te capacita para seguir luchando.

1 comentarios:

Herr Trauriger dijo...

Las Manchas me Dan la Vida. No las Colecciono ,Tan solo Las Acepto, Se que las Hay Gloriosas y las Hay Perfectas para Olvidos,pero Ahy estan.

Las Hay Elegantes en Percha y las Hay Asperas como Afilados son los Clavos Miss Olga.

Pero Me Dan La Vida. Me Encanta la Lluvia ,eso Bien lo Sabe Vos,entre Otras Cosas Me Gusta por que aunque me Cale,se que Nada se va a Llevar.

Hayyyy las Manchas, las Hay Lentas en Curas y las Ahy Soberanas de Patrimonios como Autopìstas que Nunca Tienen Fin