3/01/2010

Mi cabeza como un bombo

Publicado por Olga Zaneria |


Resulta difícil estar a la altura cuando ya no crees tener, ningún alza que te suba.

Recuerdo que de pequeño solía ver a hombros los conciertos, y cuando empecé a machacar cervicales, tuve la suerte de tener cerca siempre, gente querida en la que sustentarme. Desde allí me era sencillo dominar el escenario al completo, e incluso a veces, marcando el ritmo con el pie, un virtuoso batería me llegué a creer.

Los conciertos se han ido sucediendo, mis amigos siguen ahí, pero yo ni los busco ni los veo, no quiero amargarles el evento… suelo fingir que me pierdo, para que nadie se dé cuenta de que cada vez, voy más a contratiempo y que ya sólo hago percusión en mi cabeza, repitiendo “Ay, ay, ay qué mal que me encuentro ”

He tirado la toalla, dónde me meto, siento que no podría tocar ni en las alcantarillas del metro…

Y de repente, te veo y me das ganas de volver apuntarme a clases y coger durante horas las baquetas, hasta que las manos me sangren. Por aquel entonces, no sé dónde andarás, pero que sepas que la primera canción bonita que aprenda a tocar, te la pienso dedicar.