4/08/2010

Segándome las cuerdas bucales

Publicado por Olga Zaneria |


El paso de los años te hace desterrar de tu vocabulario ciertas palabras, y no me refiero precisamente a tronco, tío y otras muletillas de enrolladete, el que lleva el barrio en la sangre lo lleva por muchas transfusiones que le hagan.

Con el tiempo y con la gente también se mueren las palabras, porque van perdiendo su sentido, las dejas de decir por educación, por desconfianza, por miedo a llevarte el palo de no recibir la respuesta esperada, o aún peor porque ya no tienes a quien referirte con ellas.

Acabamos hablando en un aséptico presente de indicativo, que relata, que ordena, que pregunta, pero que rehúsa sentir nada. No sé por qué los sentimientos se guardan bajo llave, a veces en cajas de goznes tan oxidados que ya no sabemos ni cómo sacarlos. Si los sentimientos no son rentables, qué cojones más dará el porciento T.A.E

Las personas no se quieren ir de este mundo sin probar Pipas Facundo, sin ver el Taj Mahal, plantar un árbol, o subir en globo.

Yo quizá, me haya vuelto un poco happy flower pero sólo pretendo, meterle Goma 2 a la caja fuerte y esquilmarla hasta que no me quede nada dentro.